Cuando se lleva años hablando de la conciliación de la vida laboral y familiar, se debería tener en cuenta el incremento de la productividad trabajando menos horas. En Suecia, a la vanguardia de tantas cosas, son muchas las empresas que pusieron en marcha programas para reducir a seis horas la jornada laboral consiguiendo trabajadores más felices y productivos, según recogía un reciente artículo en The Guardian.
El prestigioso diario inglés hablaba de varios casos y catalogaba sus beneficios. El primero de ellos es la reducción de la rotación del personal en hospitales, centros de salud y pequeños negocios, por ejemplo. Algunos de estos pequeños empresarios reconocían que la reducción del horario atrae más al talento en esta era en la que todos queremos estar más tiempo con los nuestros o para nuestras cosas. La gente está dispuesta a cobrar menos salario y tener más tiempo.
El segundo es que se reducen drásticamente los errores. Toyota, en Suecia también, redujo la jornada laboral a seis horas lo que hizo bajar el número de errores. Para ello se hicieron jornadas laborales de seis horas, reduciendo también los tiempos de descanso. Esta experiencia lleva 13 años en marcha y ahora el uso de las máquinas ahora es más eficiente mientras que losbeneficios han aumentado un 25%.
El tercero de los beneficios es el bienestar que supone tener que estar menos horas en el trabajo y en la carretera camino de los centros de trabajo ya que no coinciden con los trabajadores de otras empresas que tienen horarios más comunes. No deben circular a horas punta. Todas esas horas pueden dedicarse a la familia o a intereses personales. Incluso los clientes, según este artículo, notan un mejor trato. Esto es especialmente importante en los centros de salud donde los profesionales se sienten mucho mejor y los pacientes agradecen ser atendidos con una sonrisa y persona felices. ¿Trabajas para vivir o vives para trabajar?
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