Las personas productivas logran ser fructíferas en todo lo que hacen porque se han pertrechado previamente de los hábitos adecuados y también porque se niegan (con firmeza) a hacer determinadas cosas.
A continuación, y de la mano de Inc., repasamos 9 cosas que las personas verdaderamente productivas jamás tendrían la osadía de hacer:
1. No persiguen la perfección
Las personas productivas son muy conscientes de que la perfección no sólo es algo inaprehensible sino también una pérdida de tiempo. Nada en la vida es perfecto, todo absolutamente es complejo (más de lo que parece a simple vista), los resultados son inciertos y muchas cosas son lamentablemente huérfanas de racionalidad. Cuanto antes asumamos estas verdades (nada bonitas), más productivos seremos.
Las personas productivas son muy conscientes de que la perfección no sólo es algo inaprehensible sino también una pérdida de tiempo. Nada en la vida es perfecto, todo absolutamente es complejo (más de lo que parece a simple vista), los resultados son inciertos y muchas cosas son lamentablemente huérfanas de racionalidad. Cuanto antes asumamos estas verdades (nada bonitas), más productivos seremos.
2. No se distraen
Winston Churchill dijo una vez: “Nunca llegarás a tu destino si te paras a arrojar piedras a cada perro que te ladra”. Y no le faltaba razón al que fuera primer ministro de Reino Unido. En una era en la que las distracciones se cuentan por miles abstraerse (y perder el hilo) es tan fácil como mortífero para la productividad. Sin embargo, las personas productivas son capaces de regatear las distracciones que se topan a su paso y no pierden jamás de vista sus objetivos.
Winston Churchill dijo una vez: “Nunca llegarás a tu destino si te paras a arrojar piedras a cada perro que te ladra”. Y no le faltaba razón al que fuera primer ministro de Reino Unido. En una era en la que las distracciones se cuentan por miles abstraerse (y perder el hilo) es tan fácil como mortífero para la productividad. Sin embargo, las personas productivas son capaces de regatear las distracciones que se topan a su paso y no pierden jamás de vista sus objetivos.
3. No permiten que la negatividad les deje fuera de combate
Las personas negativas se cuentan por millones ahí fuera. ¿Lo peor? Que tienen la mala costumbre de pegarse como una lapa a las personas que tienen entre ceja y ceja una tarea concreta. Quienes son productivos son, no obstante, muy hábiles esquivando a este tipo de personas (a cuyas palabras hacen siempre oídos sordos).
Las personas negativas se cuentan por millones ahí fuera. ¿Lo peor? Que tienen la mala costumbre de pegarse como una lapa a las personas que tienen entre ceja y ceja una tarea concreta. Quienes son productivos son, no obstante, muy hábiles esquivando a este tipo de personas (a cuyas palabras hacen siempre oídos sordos).
4. No permiten que otras personas tomen sus decisiones por ellas
Las personas altamente productivas no buscan la aprobación de los demás en lo que hacen. Deciden por sí mismas lo que quieren, lo que necesitan y cómo van a conseguir lo que tienen en mente (sin interferencias ajenas).
Las personas altamente productivas no buscan la aprobación de los demás en lo que hacen. Deciden por sí mismas lo que quieren, lo que necesitan y cómo van a conseguir lo que tienen en mente (sin interferencias ajenas).
5. No dejan que los errores del pasado les persigan como una sombra
Las personas productivas se las ingenian para dejar atrás sus errores del pasado y se centran única y exclusivamente en lo que están haciendo en el presente. Asumen que los errores no sólo no son fatales sino que son necesarios en su (largo) camino hacia el éxito.
Las personas productivas se las ingenian para dejar atrás sus errores del pasado y se centran única y exclusivamente en lo que están haciendo en el presente. Asumen que los errores no sólo no son fatales sino que son necesarios en su (largo) camino hacia el éxito.
6. No hacen hueco en su mente a pensamientos que les autolimitan
Las personas productivas no se permiten jamás el lujo de pensar que no pueden conseguir algo (o que directamente no lo merecen). En lugar de susurrarse a sí mismas que no podrán acometer lo que tiene en mente, sueñan a lo grande y se ponen manos a la obra por convertir en realidad sus sueños.
Las personas productivas no se permiten jamás el lujo de pensar que no pueden conseguir algo (o que directamente no lo merecen). En lugar de susurrarse a sí mismas que no podrán acometer lo que tiene en mente, sueñan a lo grande y se ponen manos a la obra por convertir en realidad sus sueños.
7. No creen que aquello que quieren sea imposible
Para las personas productivas no hay nada imposible. Lo imposible no es un estado irreversible y puede fácilmente convertirse en posible gracias a las soluciones apropiadas.
Para las personas productivas no hay nada imposible. Lo imposible no es un estado irreversible y puede fácilmente convertirse en posible gracias a las soluciones apropiadas.
8. No se agobian
Las personas productivas no se dejan agobiar, tienen permanentemente la mirada puesta en una misión y unos objetivos concretos y tienen los arrestos de decir “no” (cuando es necesario).
Las personas productivas no se dejan agobiar, tienen permanentemente la mirada puesta en una misión y unos objetivos concretos y tienen los arrestos de decir “no” (cuando es necesario).
9. No dejan jamás de aprender y de crecer
Las personas productivas son como esponjas que están absorbiendo constantemente nuevos conocimientos y están siempre abiertas a nuevas oportunidades, ideas y opiniones.
Las personas productivas son como esponjas que están absorbiendo constantemente nuevos conocimientos y están siempre abiertas a nuevas oportunidades, ideas y opiniones.
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