Si escribir es una actividad creativa que practicas con frecuencia y quieres mejorar tus habilidades con la pluma, el boli o el teclado, toma buena nota de las siguientes siete técnicas para enfrentarte al folio en blanco y articular historias originales y potentes. Si aspiras a ser escritor de relatos o novelas, tienes un blog creativo o eres creador de contenido o periodista digital, sabrás que la palabra escrita es una herramienta poderosa para enseñar, inspirar, entretener, persuadir, comunicar y emocionar. Es por ello que si la escritura es tu gran pasión y ya sea en tu vida profesional o personal, tienes muchas historias preparadas en el tintero, es importante que tengas a mano trucos, herramientas y métodos para mejorar tu estilo, tus tramas o la arquitectura de tus textos.
Obviamente, a las siguientes técnicas deberás sumarles autocrítica, perseverancia y esfuerzo, ya que la escritura es un arte que precisa tiempo, constancia y mucha dedicación. No temas a los bloqueos creativos habitualmente debidos a la frustración, la falta de confianza, el miedo, el exceso de trabajo, el estrés o la baja motivación-, ya que también cuentas con muchos recursos para enfrentarte a ellos: desde la meditación a las listas, los garabatos o los ejercicios de creación colectiva. Recuerda que, como dijo Maya Angelou, “no hay mayor agonía que llevar una historia no contada dentro de ti”.
7 técnicas fundamentales para desarrollar mejores historias creativas
- Leer mucho: Puede parecer una obviedad, pero no lo es. Los propios libros son fuente de riqueza mental, de referencias, inspiraciones y evasiones de la mente que te transportarán a otras perspectivas, dimensiones y argumentos extraordinarios. Además, en el terreno de la narrativa beber de otras influencias te ayudará a ampliar tu listado de recursos literarios, conocer nuevas estructuras, desarrollar personajes más redondos y mejorar en el uso del lenguaje. Por supuesto, no todo debe ser ficción: hacer un repaso diario de noticias y leer prensa especializada o ensayos también alimentará tu mente. Como dijo William Faulkner: “Lee, lee, lee. Lee de todo: basura, clásicos, desconocidos buenos y malos, y mira cómo lo hacen. Al igual que un carpintero que trabaja como aprendiz y estudia al maestro. ¡Lee! Lo absorberás A continuación, escribe”.
- Escribe a diario: Como cualquier otro talento o habilidad, la práctica es el camino para mejorar la escritura, y la tenacidad y la fuerza de voluntad deben ser músculos entrenados a diario para avanzar en tus historias. Un consejo es que intentes escribir al menos cien palabras al día sobre cualquier cosa: ya sea detallando de forma original el menú de tu cena, relatando alguna anécdota curiosa en el trabajo o hablando de forma poética sobre el tiempo meteorológico en tu ciudad. Otra buena idea es garabatear recuerdos e impresiones en un diario personal.
- Investigación previa: Antes de iniciar el proceso de escritura, te resultará de gran utilidad conocer artículos, libros y ensayos en torno a ese tema. Así, podrás tener otras perspectivas sobre la mesa y dotar a tus historias de un contexto rico y de referencias de calidad. Por ejemplo, si estás escribiendo una novela histórica es importante que te formes sobre las características sociopolíticas, económicas o culturales de la época en la que la vas a ambientar. Si se trata de un artículo periodístico, no olvides atribuir las fuentes y citar a los autores de forma entrecomillada.
- No hace falta empezar desde el principio: Aunque muchas personales no se lo plantean, puedes empezar la historia en el punto que quieras, aquel que tengas más claro, e ir esquematizando el resto del argumento. Por tanto, si prefieres crear primero el final o empezar por el medio, ¡adelante!
- Conoce a tus personajes: Cuando escribas ficción, debes sumergirte hasta lo más hondo de las entrañas de tus personajes, conociendo bien sus inquietudes, defectos, virtudes, pulsiones, debilidades y deseos. Para asegurarte de que responden de forma coherente a sus circunstancias y a la historia de fondo y lograr que no sean planos, te recomendamos elaborar una “biblia de personajes”, denominación que se emplea en el mundo audiovisual. En ella detallarás todo sobre ellos: desde su hipotética dirección a su edad, rasgos físicos, secretos o motivaciones, aunque en la historia la mayoría de esos datos no aparecerán de forma visible. Así, lograrás que su comportamiento sea complejo y rico en matices.
- Házte a ti mismo preguntas sobre la historia: Cuando estés atascado en un “punto de giro” de la historia o no sepas qué hacer con un personaje, preguntarte cosas te ayudará a salir del atolladero y virar el timón. ¿Qué impulsa a tu personaje principal? ¿Cuál es su gran obstáculo? ¿Qué le pone triste? ¿Cómo afecta el pasado al desarrollo de la historia? ¿Quién aparecerá en la historia? ¿Qué sorpresa se avecina? Puedes hacer pequeños bocetos sobre los giros posibles que puede tener tu historia.
- Escribe varios borradores distintos: No te rindas a la primera de cambio ni tires el folio a la basura solamente porque tu primer borrador sea inconsistente, flojo o tal vez falto de calidad literaria. El primer borrador tiene como fin reflejar tus ideas, sin una estructura o un molde todavía claro. Comienza a esclarecer tu historia, palabra por palabra en un segundo borrador, pasando por el tercero o el cuarto si es necesario, hasta que estés totalmente satisfecho.
Fuente | The Hindu
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