En torno a los dispositivos móviles revolotean múltiples “hypes”. Pero, ¿qué hay del consumidor? ¿Qué tiene que decir sobre la realidad virtual, el 5G y las innumerables innovaciones que campan actualmente a sus anchas en el ecosistema móvil?
La consultora móvil Deloitte se ha propuesto responder a esta pregunta en un estudio global que evidencia que la fascinación del consumidor por la tecnología móvil (y sus múltiples innovaciones) no es tan ardiente como a algunos les gustaría.
Estas son las principales (y quizás desilusionantes) conclusiones del informe de Deloitte:
1. La realidad virtual dista mucho (aún) de ser “real”
Puede que esta tecnología esté en boca de todos los marketeros, por está todavía a años luz de convertirse en “mainstream”. En 2016 el alcance de esta tecnología de nueva hornada era de apenas un 2%. Y en 2017 este porcentaje pegará mínimamente el estirón hasta alcanzar el 3%. Cuando le hincan el diente a la realidad virtual, los consumidores prefieren eso sí los dispositivos “full-feauture”, que consiguen un cuota de mercado del 32%. Por el contrario, las mucho más económicas “cardboards” pierden relevancia a ojos del consumidor.
Puede que esta tecnología esté en boca de todos los marketeros, por está todavía a años luz de convertirse en “mainstream”. En 2016 el alcance de esta tecnología de nueva hornada era de apenas un 2%. Y en 2017 este porcentaje pegará mínimamente el estirón hasta alcanzar el 3%. Cuando le hincan el diente a la realidad virtual, los consumidores prefieren eso sí los dispositivos “full-feauture”, que consiguen un cuota de mercado del 32%. Por el contrario, las mucho más económicas “cardboards” pierden relevancia a ojos del consumidor.
2. El hardware puede ayudar a dar un “empujoncito” a la realidad virtual
Cuestionados por su disposición a la hora de comprar dispositivos de realidad virtual, los consumidores se muestran más bien tímidos (y sin ganas de vencer su timidez). Aun así, los jóvenes están bastante más predispuestos que los consumidores de más edad a rascarse el bolsillo en la realidad virtual. E independientemente de la edad del consumidor, la comercialización de smartphones especialmente adaptados a esta tecnología podría dar fuelle a la popularidad de la realidad virtual. De manera similar, el desarrollo de aplicaciones realmente útiles (y provistas de verdadero valor añadido) es de vital importancia para que la realidad virtual salga del cascarón.
Cuestionados por su disposición a la hora de comprar dispositivos de realidad virtual, los consumidores se muestran más bien tímidos (y sin ganas de vencer su timidez). Aun así, los jóvenes están bastante más predispuestos que los consumidores de más edad a rascarse el bolsillo en la realidad virtual. E independientemente de la edad del consumidor, la comercialización de smartphones especialmente adaptados a esta tecnología podría dar fuelle a la popularidad de la realidad virtual. De manera similar, el desarrollo de aplicaciones realmente útiles (y provistas de verdadero valor añadido) es de vital importancia para que la realidad virtual salga del cascarón.
3. El 5G no consigue enamorar al consumidor
El 61% de los consumidores tilda la tecnología 5G de poco importante. Y una tercera parte ni siquiera tiene interés en el 5G. Un interés que sube, pero sólo mínimamente, entre los jóvenes de entre 24 y 35 años.
El 61% de los consumidores tilda la tecnología 5G de poco importante. Y una tercera parte ni siquiera tiene interés en el 5G. Un interés que sube, pero sólo mínimamente, entre los jóvenes de entre 24 y 35 años.
4. Los asistentes de voz dejan más bien frío al consumidor
Sólo el 18% de los consumidores utiliza asistentes inteligentes de voz como Siri. Entre los usuarios de iPhone la afinidad mostrada hacia esta tecnología es algo mayor. Y cuando deciden echar mano de esta tecnología, los consumidores tienen en mente sobre todo y ante todo los sistemas de navegación, la búsqueda de información y el entretenimiento.
Sólo el 18% de los consumidores utiliza asistentes inteligentes de voz como Siri. Entre los usuarios de iPhone la afinidad mostrada hacia esta tecnología es algo mayor. Y cuando deciden echar mano de esta tecnología, los consumidores tienen en mente sobre todo y ante todo los sistemas de navegación, la búsqueda de información y el entretenimiento.
5. El smartphone hace también muy buenas migas con los vídeos largos
Antaño circunscritos al consumo de vídeos de formato breve, los teléfonos inteligentes se utilizan cada vez más para consumir vídeos largos. En el último año se ha duplicado el uso del móvil para ver la televisión en directo y acceder a mediatecas provistas de vídeo en streaming.
Antaño circunscritos al consumo de vídeos de formato breve, los teléfonos inteligentes se utilizan cada vez más para consumir vídeos largos. En el último año se ha duplicado el uso del móvil para ver la televisión en directo y acceder a mediatecas provistas de vídeo en streaming.
6. El email continúa haciendo mucho tilín al usuario
Puede que el SMS esté muerto (y casi enterrado) en los dispositivos móviles. Sin embargo, el veterano email (coetáneo del SMS) sigue tan lozano como siempre. No en vano, casi la mitad de los consumidores utiliza el correo electrónico con periodicidad diaria en su teléfono móvil. En el smartphone el email se emplea, eso sí, fundamentalmente con fines laborales. Para su esfera privada, el usuario se decanta por los servicios de mensajería y por las redes sociales.
Puede que el SMS esté muerto (y casi enterrado) en los dispositivos móviles. Sin embargo, el veterano email (coetáneo del SMS) sigue tan lozano como siempre. No en vano, casi la mitad de los consumidores utiliza el correo electrónico con periodicidad diaria en su teléfono móvil. En el smartphone el email se emplea, eso sí, fundamentalmente con fines laborales. Para su esfera privada, el usuario se decanta por los servicios de mensajería y por las redes sociales.
7. El internet de las cosas sale del estancamiento
Hasta hace poco el internet de las cosas era una suerte de entelequia. Sin embargo, en los últimos tiempos el móvil está acaparando cada vez mayor protagonismo como comando central del internet de las cosas (y de los múltiples gadgets a él asociados).
Hasta hace poco el internet de las cosas era una suerte de entelequia. Sin embargo, en los últimos tiempos el móvil está acaparando cada vez mayor protagonismo como comando central del internet de las cosas (y de los múltiples gadgets a él asociados).
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