Este y otros mitos se traducen muy a menudo en malos hábitos que son una auténtica “criptonita” para la creatividad. A continuación, y de la mano de esta infografía de la empresa especializada en marketing de contenidos Copyblogger, echamos abajo los malos hábitos que más pupa hacen a la creatividad:
1. Tener miedo a la ambigüedad
A algunas personas les encanta que las cosas tengan sentido. Con todo, esta forma de pensar puede ser absolutamente desastrosa en términos creativos. Abrazando el caos y la falta de claridad, tenemos muchas más posibilidades de ser innovadores y de dar a luz magníficas ideas que parapetándonos detrás de nuestro miedo a la ambigüedad.
A algunas personas les encanta que las cosas tengan sentido. Con todo, esta forma de pensar puede ser absolutamente desastrosa en términos creativos. Abrazando el caos y la falta de claridad, tenemos muchas más posibilidades de ser innovadores y de dar a luz magníficas ideas que parapetándonos detrás de nuestro miedo a la ambigüedad.
2. Separar el trabajo del juego
Intentar “divorciar” el trabajo del juego es un craso error. En realidad, cuando mejor fluyen las ideas, es cuando el trabajo y el juego van de la mano.
Intentar “divorciar” el trabajo del juego es un craso error. En realidad, cuando mejor fluyen las ideas, es cuando el trabajo y el juego van de la mano.
3. Crear y corregir simultáneamente
Pese a lo que muchos creen, crear y corregir de manera simultánea no sólo no nos ahorra tiempo sino que tiende a aniquilar nuestra propia creatividad. Debemos pensar primero de manera creativa y después editar. De lo contrario, y por culpa de nuestra obsesión por corregir, ahogaremos nuestras propias ideas antes de que tengan la oportunidad de crecer.
Pese a lo que muchos creen, crear y corregir de manera simultánea no sólo no nos ahorra tiempo sino que tiende a aniquilar nuestra propia creatividad. Debemos pensar primero de manera creativa y después editar. De lo contrario, y por culpa de nuestra obsesión por corregir, ahogaremos nuestras propias ideas antes de que tengan la oportunidad de crecer.
4. Preocuparse constantemente por los errores
Cuanto más nos obsesionemos con no cometer errores, menos posibilidades tendremos de llevar a buen puerto nuestras ideas. Lejos de matar la creatividad, los errores contribuyen a revitalizarla.
Cuanto más nos obsesionemos con no cometer errores, menos posibilidades tendremos de llevar a buen puerto nuestras ideas. Lejos de matar la creatividad, los errores contribuyen a revitalizarla.
5. No creer en uno mismo
Sin confianza en nosotros mismos nunca seremos capaces de resolver los problemas creativos a los que nos enfrentamos a diario. Además, debemos grabarnos a fuego en la cabeza que todos tenemos la habilidad de ser creativos. Las personas creativas no nacen, se hacen.
Sin confianza en nosotros mismos nunca seremos capaces de resolver los problemas creativos a los que nos enfrentamos a diario. Además, debemos grabarnos a fuego en la cabeza que todos tenemos la habilidad de ser creativos. Las personas creativas no nacen, se hacen.
6. Dejar que otros nos desanimen
Dar esquinazo a todos los pesimistas y agoreros del mundo es imposible, así que simplemente hay que ignorarlos.
Dar esquinazo a todos los pesimistas y agoreros del mundo es imposible, así que simplemente hay que ignorarlos.
7. Agobiarse con el exceso de información
A veces sufrimos bloqueos creativos por nuestro afán en llenar hasta los topes nuestra cabeza de toneladas y toneladas de información que no hacen sino paralizarnos.
A veces sufrimos bloqueos creativos por nuestro afán en llenar hasta los topes nuestra cabeza de toneladas y toneladas de información que no hacen sino paralizarnos.
La infogtafía la podemos ver desde este enlace.
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