La razón principal por la que no llegamos a hacer lo que deberíamos estar haciendo es porque estamos haciendo constantemente lo que no debemos.
Distraerse es muy fácil. Basta con tener algo delante y con olvidar puntualmente aquello en lo que deberíamos estar realmente. Por ello, te recomiendo que tengas siempre presentes las siguientes 7 ideas.
Las 7 claves para eliminar distracciones
1. No tienes por qué atender a todo lo que te llega
Emails, cartas, alarmas del móvil, … La mayoría de todo lo que te llega es basura. Haz estadísticas si quieres en tu propio móvil o correo electrónico. Sólo unos pocos de las decenas de mensajes y alarmas que te llegan cada día aportan realmente algo.
Empieza a considerar el estar siempre disponible más como un estorbo a tus aficiones que como una solución para tu aburrimiento.
2. Que se te ocurra una idea no implica que debas hacerla
Lleva mucho menos tiempo pensar en una idea que el completarla. Es más, por regla general pensamos en varias por cada una que deberíamos intentar realmente. Deja pasar algunas, no confundas oportunidades con obligaciones y no te flageles con los fallos. Si te abrumas con tanta exigencia le vas a perder las ganas pronto a realizar tareas.
3. No te interesa vivir una vida ideal, ¡sino la mejor posible!
Entre trabajar 5 minutos en algo que te apasiona y hacer la cama, la decisión debe estar clara: deja la cama sin hacer. Acostúmbrate a aprovechar tu recuso principal (el tiempo) empleándolo en lo más te motiva en vez de gastarlo haciendo lo que “deberíamos hacer” por obligación externa, tradición o manía. Díselo a tu padre, díselo al vecino, díselo a la sociedad, pero sobre todo dítelo a ti mismo. Tu tiempo no está ahí para “cumplir” con nada sino para hacer lo que te apasiona. Tira lastre por la borda.
4. Ten siempre tu lista de objetivos accesible
Si llegas a casa y no tienes como mínimo un objetivo que te motive, lo más probable es que te pongas a buscar alrededor distracciones que te entretengan. Así que, crea tu lista de objetivos si no la tienes ya y asegúrate de que la veas cada día. Y, ¡ojo! Créala marcándote objetivos motivantes, ¡no te disfraces de objetivos las mismas obligaciones asquerosas de antes!
5. Disfruta haciéndolo, escoge cosas que ilusionan
¿Sabes cuál es la mejor técnica para reducir drásticamente el tiempo que malgastamos en Facebook? Disfrutar de algo mucho más emocionante que eso. Un objetivo bien escogido, ilusionante, que haga que te superes y que te divierta engancha más que una serie o que el videojuego más vicioso del mundo.
Lo mejor es que si buscas un objetivo que te enganche estarás disfrutando sin dar oportunidad a ninguna distracción posible. Te aseguro que se puede hacer y que vives una experiencia infinitamente mejor cuando no percibes lo que haces como “trabajo” sino como diversión.
6. Dótate de opciones, facilita el cambio
Cuando algo genial se te ocurra y pueda robarle el tiempo a una tarea inútil sería horrible si algo lo impidiese. Por eso tienes que facilitar el contexto cuanto puedas. Ten la mochila de la piscina lista en el coche por si un día tonto de camino te apetece. Copia de vez en cuando notas de proyectos en una aplicación móvil para hacer que 20 minutos esperando fuera puedan seguir la misma reflexión en la que estabas en casa, etc. Facilita que siempre haya una alternativa mejor y productiva a cualquier distracción.
7. Deja de infravalorar lo que vale tu tiempo
Tus objetivos no son para el futuro, son para hoy. No esperes al fin de semana, no esperes al fin del temporal, no esperes a jubilarte. Tres horas de un lunes después de trabajar son una oportunidad. Las crisis, los periodos de cansancio y las incomodidades llegan cíclicamente.
Prepara cuando no puedas hacer, define cuando no sepas por dónde empezar, pero no te pases la vida esperando. No puedes dejar todo para cuando la situación sea óptima porque los momentos óptimos son cortos y poquitos, así que ¡empieza ya! No te exijas tanto como si la situación fuese óptima, pero empieza ya. Mañana tendrás otros objetivos, los de hoy los quieres disfrutar ahora.
¿Distracciones o falta de objetivo real?
No pretendo resumir 7 en 1 porque cada idea cumple su función, pero la clave para no distraerte es tener delante algo que atraiga mucho más tu atención. Busca cuanto antes aquello que te apasiona ymárcate un objetivo ilusionante. Ya sé que ese objetivo es difícil de encontrar y definir. Además la prueba es que si fuese fácil lo tendría ya todo el mundo perfectamente identificado.
Lo que hoy intento decirte de un modo diferente es que vale la pena el esfuerzo. Vale la pena tirarte en el sofá, preguntarte qué situación te ilusionaría tanto perseguir que crees que sería capaz de ir comiéndole el tiempo a todos los vicios absurdos que te distraen a diario y ponerte a ello desde hoy. Si ya lo tienes identificado, renueva el enfoque para que tome el sitio que se merece.
¿Y si no lo consigues? ¡Que más da! Tan sólo la esperanza, la motivación y las ganas harían que acabes intercambiando distracciones por avances de verdad. Solo el cambio de actitud ya merece la pena. Aunque, eso sí, si eres capaz de poner estas ideas en práctica, que no llevan precisamente 5 minutos, vete limando tu miedo al éxito también, porque no sería imposible que acabases logrando lo que a veces por dudas tenemos hasta vergüenza de intentar.
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