Para ser líder, hay que pararse antes a pensar en aquello que aspirarnos a ser, destaca Ahmed. Y ¿a qué aspira a ser una agencia de publicidad? “Las agencias de publicidad debemos aspirar a ser una combinación imaginativa de arte y ciencia para crear ideas y productos hermosos”, subraya el fundador de la agencia AKQA.
Una vez tenemos claro lo que aspiramos a ser, es necesario poner a trabajar el músculo de seis fortalezas, las seis fortalezas que hacen posible el liderazgo. La primera de esas fortalezas es la autenticidad. “La autenticidad es clave para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo”, dice Ahmed. “Se trata de contar historias, pero de contar historias que sean auténticas”, subraya.
La autenticidad va de la mano del storytelling y el storytelling es hermano siamés de la anticipación, apunta Ahmed. “Debemos pensar en cómo va a ser la historia, no en qué es la historia”, señala.
La segunda gran fortaleza que hace “musculoso” el liderazgo es la simplicidad. “La simplicidad siempre termina dejando atrás a la complejidad”, recalca. “La clave para enarbolar la bandera de la simplicidad está en ser curioso y en tomar decisiones basadas en nuestra capacidad innovadora”, agrega Ahmed.
Si la simplicidad es un ingrediente básico del liderazgo, la organización no le va a la zaga. “Si queremos ser líderes, debemos combinar la creatividad con las estructuras”, indica Ahmed.
Otra fortaleza sin la que el liderazgo es incapaz de salir del cascarón son losvalores. “Como líderes, debemos tomarnos la molestia de identificar los conflictos con los que tiene que lidiar nuestra empresa y atacar esos conflictos armados con valores”, destaca.
El quinto pilar sobre el que debe apoyarse el liderazgo es la democratización. “Debemos llevar las ideas que a priori están reservadas a las élites a las masas”, dice Ahmed.
La última y sexta fortaleza el liderazgo es la revolución. Para ser líderes, “debemos convertirnos en revolucionarios”, señala el fundador de AKQA. “Tenemos que revolucionar la industria, aquella en la que nos desenvolvemos y también aquellos sectores que son en principio ajenos a nosotros”, apunta Ahmed. ¿Y cuál el arma de los revolucionarios? Ahmed tiene claro que el arma más poderosa de los aspirantes a revolucionarios es la imaginación. “La fuerza más poderosa del universo no es la tecnología sino la imaginación”, apostilla Ahmed.
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