Tienes veintitantos años y una energía inagotable, pero el saldo que tienes en la cuenta no es inacabable. Evitar cometer ciertos errores financieros cuando tienes veinte y pico años no solo te ayudará a ahorrar dinero, también lo agradecerás en un futuro.
Cuando tienes veinte y pico años hay infinitos planes, las noches son eternas y tu energía es inagotable. Eso si, hay algo que no es tan duradero: el saldo de tu cuenta. Por muy joven y despreocupado que seas, a los veinte años también hay que ahorrar dinero.
Y es que, la falta de experiencia afrontando gastos y la emocionante sensación de recibir tus primeras nóminas, que con suerte irán en aumento, provoca que muchos veinteañeros gestionen mal su dinero.
Puede que esto no sea de tus mayores preocupaciones cuando decides invitar a tus amigos – y algún que otro desconocido – a una ronda de chupitos a las 4 de la mañana, pero si conviene evitar estos errores financieros cuando eres joven para no encontrarte en una situación económica poco deseable a los treinta.
Esto no quiere decir que no disfrutes, ¡estás en la flor de la vida! Solo se trata de organizar mejor tus gastos e ingresos, y no caer demasiado pronto en estos errores económicos revelados por Sophia Bera de Gen Y Planning:
- No ahorras para emergencias: Tener un colchón por si te ves en una situación complicada siempre es importante, tengas la edad que tengas. Puedes verte en las situaciones más inesperadas, desde con un diente roto y sin suficiente dinero como para pagar el arreglo, hasta casos más graves e indeseables. Abre una cuenta nueva para meter un poco de dinero cada mes para poder usarlo en caso de emergencia
- No tienes seguro de hogar: Muy pocos veinteañeros contratan un seguro del hogar pero, ¿qué ocurre si hay un incendio en tu casa, quién te ayudará a afrontar el gasto por los daños? Parece un gasto innecesario, pero es recomendable mejor prevenir que curar.
- Tienes deudas: Es cómodo que te dejen dinero, ¡la diversión nunca acaba! No obstante, es poco práctico. Si empiezas a endeudarte a los veinte y pico años arrastrarás la deuda a los 30, y posiblemente a los 40 y 50. Intenta ganar dinero extra o mira a ver cómo puedes recortar tus gastos, pero no te endeudes.
- No piensas en tu jubilación: Eres joven y aún quedan muchos años para que te jubiles, imagínate en qué situación tan privilegiada estarás si empiezas a ahorrar a los veinte años. Echa un ojo a nuestros consejos sobre cómo ahorrar para tu jubilación si eres millennial, tan solo un 5% de tu sueldo puede marcar la diferencia.
- Te dejas llevar por la presión social: ¿Tienes 28 años y aún no te has comprado un coche, y mucho menos una casa? No pasa nada. Ignora los comentarios de tu tía abuela en la cena de navidad cuando te critique por no hacer nada con tu vida. No te lances a comprarte un coche si puede apañártelas con el transporte público e iniciativas como el car sharing o el alquiler de coches entre particulares. Así, no tienes que afrontar una hipoteca aún; probablemente tengas que vivir en varias ciudades por trabajo antes de asentarte, no pasa nada porque vivas de alquiler unos meses. Cuando tengas más ingresos y estabilidad económica ya empezarás a invertir en propiedad.
Disfruta de la maravillosa década de los 20 sin olvidarte de tus finanzas, ¡si te organizas bien los 30 pueden ser igual de divertidos!
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