Estas son 3 claves para aumentar tu productividad y que lo notes hoy mismo. Ganarás con ellas 60 minutos extra al día por lo menos. Compruébalo estos días.
1. Pospón las gestiones pequeñas, nunca las grandes
Productividad es definir prioridades. Por eso tienes que elegir bien. Y existe un principio que siempre te ayudará: es mejor acabar un proyecto importante y dejar inacabados cientos de pequeños que al revés.
Si te pasas la mañana con pequeñas gestiones acabarás el día con la típica sensación de no haber avanzado nada. Porque realmente no habrás avanzado. Nadie se acordará de los emails que contestaste o las reuniones e interrupciones que aceptaste. Te juzgarán sólo por tus grandes proyectos. ¿O por qué juzgas tú a los demás?
Lo único que te dará una vida productiva y buenos resultados serán tus grandes proyectos. Dales prioridad absoluta aunque signifique 100 pequeñas tareas sin terminar. Aunque no tengas el placer de tachar gestiones de tu lista. Pruébalo mañana a primera hora. Concéntrate en a tu tarea más importante y no pares hasta las 12.00. Notarás una diferencia abismal.
2. Una mesa vacía indica una productividad altísima
El desorden no es productividad. Tampoco es creatividad. Con una mesa llena sólo pierdes tiempo buscando papeles. Es añadirte un estrés innecesario.
Cada papel que está en tu mesa rebaja tu concentración. Así que fuera con esas hojas, carpetas y taza de café. ¡Al suelo con ello! No te cortes. Una mesa vacía te da paz mental y concentración. Pruébalo ahora. Al suelo con tus cosas.
3. Ten tu horario, no el de los demás
¿En qué parte del día tienes más energía? ¿Por la mañana, al mediodía o por la tarde?
Cuando lo tengas lánzate a lo más difícil en esa franja y no sigas el horario oficial. No cedas a la tentación de terminar ‘gestioncillas’ en ese momento. Ten en cuenta que cuando te sientes bien crees que seguirás así eternamente. Pero la energía fluctúa y tienes que lanzarte a lo importante (lo que tendrá impacto en tu futuro) cuando estés a tope.
Siempre acertarás si pospones el trabajo administrativo para cuando estés más bajo. Y con la satisfacción de que has podido con lo más importante ese día. Entonces todo cambia. Si a primera hora estás más fresco, olvídate de mini gestiones, reuniones, chequeos o contestar emails. Y cuando veas que avanzas en lo importante no te arrepentirás de ‘pasar’ de pequeños asuntos.
Recuerda que tu futuro está en juego, así que aprovecha bien tus momentos de energía.
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