Los ejercicios mentales de Bruce Lee eran prácticas cotidianas que él realizaba para mantener al día sus enormes capacidades como filósofo y como maestro en artes marciales. Aunque el mundo lo conoció sobre todo como actor de cine de acción, Lee siempre fue mucho más que eso. Era en realidad un maestro en el arte de vivir.
A Bruce Lee se le considera el primer gran exponente de las artes marciales en Occidente. Antes de él, poco se conocía en el hemisferio acerca de esas prácticas milenarias de combate que involucraban más a la mente que al cuerpo. Fue Bruce quien las hizo populares y despertó fascinación por ellas en todo el mundo.
“Si quieres aprender a nadar, salta dentro del agua. En la tierra seca, ningún estado mental te va a ayudar”.
-Bruce Lee-
Los ejercicios mentales de Bruce Lee eran rutinas que le permitían fortalecer el cuerpo, el espíritu y el estilo de vida acorde a sus artes. Él acostumbraba a llevar consigo una libreta en donde anotaba sus pensamientos y los datos que quería recordar. Fue esa libreta de notas la que permitió conocer los ejercicios mentales de Bruce Lee. Son los siguientes.
1. Sobre la voluntad
El más importante de los ejercicios mentales de Bruce Lee era el que hacía diariamente para fortalecer su voluntad. A esta última la llamaba “la corte suprema de todos los departamentos de la mente”. Es decir, la fuerza que determinaba todo lo demás.
Para trabajar su voluntad, el artista marcial se proponía un objetivo diario de acción. Aunque no da muchos detalles al respecto, se interpreta como el origen y cumplimiento de un propósito que no le resultara tan agradable.
2. Ejercicios mentales de Bruce Lee sobre la emoción
Bruce Lee conocía el poderoso efecto de las emociones en la conducta. Sabía que las emociones positivas fortalecen el espíritu, mientras que las negativas lo debilitan. Por eso uno de los ejercicios mentales que realizaba estaba dirigido a transformar lo que sentía.
Su objetivo era diluir las emociones negativas o convertirlas en algo que aportara positivamente para su desarrollo. A su vez, cultivaba cada vez más profundamente las emociones positivas, ya que en ellas habita la fuerza personal.
3. La razón
Los ejercicios mentales de Bruce Lee sobre la razón estaban dirigidos a convertirla en la guía fundamental de la vida. Esto es, a hacer del pensamiento y del razonamiento un filtro, una base sobre la cual edificar las acciones.
Dice Bruce Lee “voy a deponer todos mis deseos, mis objetivos y propósitos bajo las facultades de la razón”. Con ello declara que esta es una función superior, que orienta y da un norte hacia el cual dirigirse.
4. La imaginación
La imaginación es esa facultad que nos permite diseñar y proyectar escenarios mentales. En ocasiones se desaprovecha y únicamente se emplea para alimentar temores o para ensoñar ambiciones. En este caso, resulta poco útil.
Para Bruce Lee, la imaginación es el nutriente básico de los planes de acción. La razón otorga un propósito, o un objetivo hacia el cual dirigirnos. La imaginación hace que veamos los múltiples caminos y medios que pueden conducirnos a lograrlo.
5. La memoria
Lo fundamental en los ejercicios mentales de Bruce Lee es concentrar la voluntad, las emociones, la razón, la imaginación y todos los recursos personales hacia el logro de un objetivo que ya se ha definido previamente.
La memoria opera dentro de este esquema como un complemento que permite traer a la mente con frecuencia esos objetivos por los cuales se lucha. También los caminos que llevan a ellos y las emociones y pensamientos que deben acompañarlos.
6. El inconsciente
Para Bruce Lee hay un objetivo mayor en la vida, un propósito principal que debe convertirse en el eje de todos los objetivos menores. Dicho propósito central nace de lo más profundo de nosotros mismos: del inconsciente.
De ahí que uno de los ejercicios mentales de Bruce Lee fuera el de navegar en ese inconsciente para develar esa imagen intuitiva que encierra el propósito principal. Traer a la mente esa imagen cada día resulta fundamental para concentrar todos los recursos personales.
7. La conciencia
Para Bruce Lee la conciencia tenía que ver fundamentalmente con la ética de la acción. En sus notas se lee que uno de sus deseos es “combinar la justicia con la piedad en mis juicios”. Esto sería lo que le permitiría discernir qué es lo correcto y qué no.
También indica que uno de sus propósitos es aferrarse severamente a esos dictámenes de la conciencia. Una vez que ha dilucidado qué es lo bueno y qué no, se promete a sí mismo apegarse a ese veredicto sin importar las consecuencias que esto le implique.
Los ejercicios mentales de Bruce Lee son una especie de pautas o parámetros sobre los que, según plantea, debe trabajarse diariamente. Mucho de cierto habrá en esto, pues fueron fruto de uno de los personajes más excepcionales que haya dado el mundo de las artes marciales.
Vía: La Mente es Maravillosa
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