Las redes sociales están llenas hasta la bandera de pecadores redomados que reinciden una y otra vez en los mismos pecados.
Quienes se desenvuelven en los social media están más que acostumbrados a pecar y ver pecar (como descosidos) a los demás.
De hecho, en la Web Social los infames siete pecados capitalesestán a la orden del día (y pocos, muy pocos, están 100% libres de ellos). Así se aplican, si hacemos caso de este post de Medium, tales pecados en las redes sociales:
1. Soberbia
Pecan de soberbios (y también de poco constantes) quienes tras haberse aventurado brevemente en una red social arrojan la toalla aduciendo que la plataforma de marras no se ajusta a sus necesidades. Por mucho que unos pocos (soberbios) crean los contrario, el estrellato en los social media no se alcanza ni mucho menos de la noche a la mañana. Y construir una comunidad (fiel) de usuarios en la Web Social exige sangre, sudor y lágrimas (y también toneladas y toneladas de contenidos de calidad).
Pecan de soberbios (y también de poco constantes) quienes tras haberse aventurado brevemente en una red social arrojan la toalla aduciendo que la plataforma de marras no se ajusta a sus necesidades. Por mucho que unos pocos (soberbios) crean los contrario, el estrellato en los social media no se alcanza ni mucho menos de la noche a la mañana. Y construir una comunidad (fiel) de usuarios en la Web Social exige sangre, sudor y lágrimas (y también toneladas y toneladas de contenidos de calidad).
2. Avaricia
¿Es usted una de esas personas que hace todo lo posible y lo imposible para dar caza al mayor número de “followers” en los social media? ¿Sigue a otras personas (y las deja a continuación de seguir) para lograr más “followers”? Debería saber que su codiciosa táctica está en realidad completamente errada. Las personas con las que comete semejantes tropelías (a fin de aumentar su número de seguidores) no son cifras contantes y sonantes, son gente real y están más que al tanto de sus pérfidas triquiñuelas.
¿Es usted una de esas personas que hace todo lo posible y lo imposible para dar caza al mayor número de “followers” en los social media? ¿Sigue a otras personas (y las deja a continuación de seguir) para lograr más “followers”? Debería saber que su codiciosa táctica está en realidad completamente errada. Las personas con las que comete semejantes tropelías (a fin de aumentar su número de seguidores) no son cifras contantes y sonantes, son gente real y están más que al tanto de sus pérfidas triquiñuelas.
3. Lujuria
Este pecado, estrechamente relacionado con el anterior, hace caer a algunos en la tentación de comprar (con cheque de por medio) “likes” y “followers” en las redes sociales. ¿El problema? Que quienes incurren en este pecado se zambullen habitualmente en una auténtica espiral. Tras comprar sus primeros 1.000 “followers”, no pueden vitar sacar la chequera y comprar otros 1.000 y otros 1.000, sin darse cuenta de que los seguidores que tan impunemente compran no se traducen en interacciones reales.
Este pecado, estrechamente relacionado con el anterior, hace caer a algunos en la tentación de comprar (con cheque de por medio) “likes” y “followers” en las redes sociales. ¿El problema? Que quienes incurren en este pecado se zambullen habitualmente en una auténtica espiral. Tras comprar sus primeros 1.000 “followers”, no pueden vitar sacar la chequera y comprar otros 1.000 y otros 1.000, sin darse cuenta de que los seguidores que tan impunemente compran no se traducen en interacciones reales.
4. Ira
El pecado de la ira es el que tiene poseídos a los muchísimos trols que deambulan por las social media. Escudados en el anonimato de la Web 2.0., los trols aprovechan para lanzar feroces críticas (nada constructivas) a todos aquellos que tienen la mala fortuna de cruzarse en su camino.
El pecado de la ira es el que tiene poseídos a los muchísimos trols que deambulan por las social media. Escudados en el anonimato de la Web 2.0., los trols aprovechan para lanzar feroces críticas (nada constructivas) a todos aquellos que tienen la mala fortuna de cruzarse en su camino.
5. Gula
Aunque en las redes sociales es importante ser constante en la publicación de nuevo contenido, tampoco hay que traspasar ciertas líneas. Quien peca de “sobreabundante” en los social media no hace sino degradar sus propios contenidos y hacerlos irrelevantes a ojos de sus seguidores. Es vital, por lo tanto, hallar cierto equilibrio entre la cantidad y la calidad de los contenidos que se abren paso en los social media.
Aunque en las redes sociales es importante ser constante en la publicación de nuevo contenido, tampoco hay que traspasar ciertas líneas. Quien peca de “sobreabundante” en los social media no hace sino degradar sus propios contenidos y hacerlos irrelevantes a ojos de sus seguidores. Es vital, por lo tanto, hallar cierto equilibrio entre la cantidad y la calidad de los contenidos que se abren paso en los social media.
6. Envidia
En las redes sociales la frontera que separa la inspiración de la envidia es excepcionalmente difusa. Es bueno fijar la mirada en lo que hacen nuestros competidores potenciales en la Web Social, pero cuando la observación se transforma en obsesión, corremos el peligro de perder nuestras señas de identidad (aquello que nos hace únicos) en las plataformas 2.0.
En las redes sociales la frontera que separa la inspiración de la envidia es excepcionalmente difusa. Es bueno fijar la mirada en lo que hacen nuestros competidores potenciales en la Web Social, pero cuando la observación se transforma en obsesión, corremos el peligro de perder nuestras señas de identidad (aquello que nos hace únicos) en las plataformas 2.0.
7. Pereza
La pereza no conduce a nada en las redes sociales. Para generar contenidos de calidad de manera constante en esto canales es esencial estar motivado y ser ambicioso. Es vital asimismo estar constante ojo avizor y a la caza de nuevas tendencias y trabajar, duro, muy duro (sin espacio para la tregua).
La pereza no conduce a nada en las redes sociales. Para generar contenidos de calidad de manera constante en esto canales es esencial estar motivado y ser ambicioso. Es vital asimismo estar constante ojo avizor y a la caza de nuevas tendencias y trabajar, duro, muy duro (sin espacio para la tregua).
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