Uno de los mayores problemas que tenemos los “adultos” es que no sabemos aprovechar el tiempo y siempre nos quejamos de que no tenemos tiempo suficiente para poder hacer todo lo que debemos, por supuesto yo soy uno de ellos.
En muchas ocasiones tenemos el típico pensamiento de: “para el poco tiempo que tengo mejor no empiezo…”. Y ese creo que es el problema fundamental, no aprovechar para algo más o menos productivo esos picos de tiempo que solemos dedicar a rascarnos la tripa, cosa que por ciento, en ocasiones es necesario.
De esto me doy cuenta sobre todo con mi hija porque desde que es pequeña para poder sacarla de las zonas de juego de los parques en lugar de cogerla y decirle: “nos vamos”, opte por decirle :”dentro de 10 minutos nos vamos”. Aunque os sorprenda es mucho mejor porque casi nunca toca discutir con ella, sabe que dentro de un rato le diré que tiene que irse y lo acepta.
Pero gracias a esa forma de decirle que se va a tener que ir, me doy cuenta de lo que pueden cundir 10 minutos.
En cuanto se lo digo se convierte en un torbellino de actividad: “venga vamos a hacer tal o cual porque yo me tengo que marchar ya”.
Corre por todas partes, habla con todos, organiza una última ronda de juegos y disfruta esos 10 minutos. En ocasiones incluso no estaba jugando sino sentada hablando con otra niña y en cuanto sabe que solo le quedan 10 minutos cambia su actitud.
En cuanto se lo digo se convierte en un torbellino de actividad: “venga vamos a hacer tal o cual porque yo me tengo que marchar ya”.
Corre por todas partes, habla con todos, organiza una última ronda de juegos y disfruta esos 10 minutos. En ocasiones incluso no estaba jugando sino sentada hablando con otra niña y en cuanto sabe que solo le quedan 10 minutos cambia su actitud.
Los adultos, sin embargo, no sabemos aprovechar “esos 10 minutos”, es mas si viene un jefe y nos dice que solo nos quedan 10 minutos o 1 hora en lugar de centrarnos en lo verdaderamente importante nos agobiamos, no sabemos que hacer e invertimos ese tiempo en ir a quejarnos a los otros compañeros del poco tiempo que tenemos.
Yo ahora suelo pensar distinto y pensar en lo graciosa que esta mi hija organizando todo, luchando contra el reloj para intentar aprovechar lo máximo posible esos escasos 10 minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario