viernes, 1 de febrero de 2019

¿Cómo puede el lenguaje no verbal bloquear nuestra comunicación? 7 ejemplos

El lenguaje no verbal que bloquea la comunicación influye de forma significativa en nuestra relación con los demás. Lo que decimos con los gestos y posturas contribuye a acercarnos o alejarnos de quienes nos rodean.


Los estudios dicen que, como media, el lenguaje corporal constituye el 65% de la comunicación. Todo el tiempo estamos enviando mensajes a través de nuestra mirada, nuestra expresión, gestos y posturas. Por eso, conviene identificar ese lenguaje no verbal que bloquea la comunicación, ya que de este pueden desprenderse dificultades en la relación con los demás.

El lenguaje no verbal que bloquea la comunicación es aquel que envía un mensaje de rechazo o de corte con el otro. La mayoría de las veces, este tipo de mensajes se envían de forma no deliberada. Es decir, que se emiten sin que quien lo hace sea consciente de ello.
El problema es que la inconsciencia no evita que este lenguaje corporal incida negativamente en la relación con los demás. También de forma inconsciente, suele tener como respuesta un rechazo inconsciente. Así, hablamos de una factor que, alejado de nuestro foco de consciencia, puede envenenar o alimentar de manera sana nuestras relaciones. Veamos siete ejemplos de ese lenguaje no verbal que bloquea la comunicación.
Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice”.
-Peter Drucker-

1. La mirada

La mirada es uno de los elementos esenciales en el lenguaje corporal. Refleja mucho de lo que somos y de lo que sentimos. Es el foco central de la comunicación, ya que muestra, como ningún otro factor, la disposición que hay hacia el interlocutor.
Una mirada excesivamente fija es uno de los elementos del lenguaje no verbal que bloquea la comunicación. Entraña un dejo de agresividad y es propia de quien finge. Cuando se mira a otro fijamente, sin pestañear, o se le está desafiando, o se le está mintiendo.

2. Rostro inexpresivo, un elemento del lenguaje no verbal que bloquea la comunicación

El rostro impasible, sin gestualidad o excesivamente tenso, envía un mensaje de bloqueo. Es como si la persona que está hablando no estuviera realmente ahí. Como si no se involucrara realmente en la interacción que sostiene.
Cuando una persona gesticula, resulta más confiable. Esta es una señal de espontaneidad y sinceridad. En cambio, si se muestra “como si fuera de palo”, será tratada en consecuencia. Es decir, como si no estuviera realmente presente en la comunicación.

3. El volumen de la voz

El volumen de la voz casi siempre dice mucho más de lo que expresan las palabras. Hay quienes hablan en un tono muy bajo, como si no tuvieran derecho a decir lo que están expresando. De entrada, le restan importancia a su propia palabra.
Otros, en cambio, hablan prácticamente a los gritos. Invaden con su tono de voz e todo el entorno que los rodea. Lo que están expresando mediante este volumen es que quieren imponer su palabra sobre los demás. Esto bloquea la comunicación.

4. Los objetos en la boca

A veces las personas ponen objetos en su boca, mientras hablan con los demás. Juegan con un lápiz o con cualquier otro elemento. También es muy común que se pasen el dedo o la mano por los labios mientras dicen algo. Incluso, hay quienes se tapan por completo los labios con la mano.
Todos estos comportamientos hablan de una comunicación que no es espontánea. Hay inseguridad y esta lleva a manifestar una conducta oral. Inconscientemente, es como si se tratara de buscar nuevamente a la madre para que apoye lo que se está diciendo.

5. La sonrisa

La sonrisa es un elemento que abre las puertas de la comunicación. Significa aceptación, calidez, agrado. Manifiesta una buena disposición en el otro. Si una persona no sonríe, es posible que esa seriedad facial imprima algo de tensión a la comunicación.
La sonrisa falsa también es uno de los elementos del lenguaje no verbal que bloquea la comunicación. Le da cierta artificialidad a lo que se dice. Se detecta porque la persona solo se ríe con los labios y no con el resto de la cara.

6. La actividad de las manos

Hay personas que al hablar no pueden dejar quietas sus manos. Si una persona se toca la oreja, mientras está escuchando a otra, significa que quiere bloquear lo que está escuchando. Es una señal de rechazo frente a lo que el otro dice.
De otro lado, cuando una persona se rasca el cuello, mientras dice algo, significa que no está seguro de lo que está expresando. Implica duda y temor por lo que pueda pensar el otro. Así, también contribuye a enturbiar la comunicación.

7. Los brazos

Los brazos cruzados en muchos casos constituyen la representación de una actitud defensiva. Simularían un escudo que ponemos frente al otro. Por supuesto, esto no se aplica a situaciones en las que hace mucho frío y el otro simplemente trata de conservar el mayor calor corporal posible.
Cuando se encogen los hombros, el mensaje que se envía es el de desconfianza. Es muy habitual que este gesto se acompañe de una espalda encorvada. La persona puede sentirse indefensa y sobrepasada por la situación.
Todo este lenguaje no verbal que bloquea la comunicación muestra lo que muchas veces se quiere ocultar. Más allá de pulir los gestos, lo que conviene en realidad es evaluar lo que pasa por nuestra mente a la hora de relacionarnos con los demás.

Edith Sánchez

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