Que la música ejerce una fuerte influencia en nuestro estado de ánimo es algo que casi todos sabemos o hemos reconocido de manera intuitiva. Hay varias investigaciones que prueban esa estrecha relación entre la música y las emociones. Lo novedoso ahora es que un neurocientífico británico ha postulado que se pueden escuchar determinadas canciones para reducir la ansiedad, específicamente.
El doctor Lewis-Hodgson, en asociación con el laboratorio británico MindLab Internacional publicó una lista de canciones para reducir la ansiedad, hasta en un 65%. Lo hizo después de adelantar un estudio con un grupo de 40 mujeres voluntarias. En la investigación se monitorearon los cerebros de cada una de ellas mientras escuchaban música.
También se hizo un seguimiento minucioso a otras señales corporales como los latidos del corazón, la presión arterial y el ritmo respiratorio. Todas las voluntarias, sin excepción, mostraron una mayor armonía en esos indicadores después de escuchar las canciones para reducir la ansiedad.
¿Cuáles son esos temas que tanto bien le hacen a la mente y al organismo? El doctor Lewis-Hodgson hizo una lista de siete canciones para reducir la ansiedad. No significa que sean las únicas. El científico simplemente acudió a temas que son populares en su entorno cultural. Estos son esos siete temas, organizados de menor a mayor influencia.
“Sin música, la vida sería un error”.-Federico Nietzsche-
Pure Shores de All Saints
Según el ranking de Lewis-Hodgson, la canción Pure Shores, de All Saints, ocupa el séptimo lugar entre las canciones para reducir la ansiedad. Pertenece al género de pop electrónico y su letra habla, precisamente, de la relajación.
Esta canción fue aclamada por la crítica en todo el mundo. Emplea teclados de contrabajo, con sonidos de delfines en el fondo. Algunas listas la ubican como una de las mejores 20 canciones de todo el siglo.
Canzonetta Sull’aria de Mozart y Strawberry Swing de Coldplay
Sull’aria, o “sobre la brisa” es un dueto breve del tercer acto en la ópera Las bodas de Fígaro. Está escrito para oboe, fagot y cuerdas. Contiene 62 compases y fue empleada como fondo en la película Sueños de fuga.
Por su parte, Strawberry Swing de Coldplay tiene una particular influencia tribal en su producción. Fue lanzada al público en 2009 y se ganó el favor de la crítica. Para algunos conocedores, el tema tiene una cadencia propia de la música japonesa.
Watermark de Enya, una de las canciones para reducir la ansiedad
Watermark forma parte del primer álbum musical de Enya. El productor de la Warner Music UK, Rod Dickins, quedó encantado desde el primer momento con este tema. Adelantándose a lo que la ciencia diría después, aseguró que el tema le permitía dormir mejor.
Las voces empleadas en Watermark fueron superpuestas 200 veces. Esto hace que la voz de Enya se pierda en ese conjunto de sonidos hipnóticos y evocadores. La inspiración fueron los recuerdos de infancia, llenos de magia y fantasía.
Mellomaniac (Chill Out Mix) de DJ Shah y Electra de Airstream
La canción Mellomaniac (Chill Out Mix) es una creación de Roger Shah, más conocido como DJ Shah. Este alemán, de ascendencia pakistaní, es conocido por sus composiciones en música electrónica. Con Mellomaniac alcanzó un de sus mejor logrados temas.
Tanto ese tema, como Electra de Airstream, están en el grupo de canciones para reducir la ansiedad. Los experimentos llevados a cabo en MindLab señalan que desaceleran hasta en un 27% los latidos cardiacos, e incluso podrían tener efectos analgésicos sobre el dolor crónico.
Weightless de Marconi Union
La canción Weightless fue catalogada como “la más relajante del mundo” por la Institución MindLab en 2011. Según las pesquisas, este tema es un 11% más tranquilizante que cualquier otro. Se pudo comprobar que redujo la ansiedad hasta en un 65%.
Esto no debe sorprender, ya que Marconi Union usó, deliberadamente, la teoría científica para componer una canción particularmente relajante. La Academia Británica de Terapia del Sonido así lo certificó.
De seguro hay muchas otras canciones para reducir la ansiedad. Lo que tienen en común es una composición compleja, que básicamente no tienen patrones repetitivos. Esto hace que el cerebro se “desconecte”, ya que no le es posible “predecir” el siguiente compás. La música es, por lo tanto, otra de esas herramientas a las que podemos acudir en momentos de exaltación.
Edith Sánchez
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