A la hora de montar una empresa uno de los costes que tenemos que afrontar son las herramientas que utilizan en el puesto de trabajo. En el caso de trabajar en una oficina delante del ordenador, hay que considerar tanto el hardware, el equipo informático, como el software, los programas que utilizamos. El coste de dicho puesto tenemos que amortizarlo a lo largo de la vida útil que tiene.
Por ejemplo, a muchas personas puede parecerles muy oneroso gastar 200 euros en un programa como Office, que se utiliza cada día para gestionar correo electrónico, documentos y hojas de cálculo. Si tenemos en cuenta que el programa en una empresa puede tener una vida útil de unos 10 años, incluso más, pagamos 20 euros al año por el uso de dicho programa.
En coste por día laboral realmente resulta ínfimo para todo el rendimiento y las horas de trabajo que nos ahorra. Lo cierto es que esto podemos extrapolarlo a otras herramientas. El comercial que trabaja todo el día con su móvil será rentable aunque haya pagado 800 euros por él. Sin embargo, su equipo de sobremesa, que apenas toca será muy caro aunque sólo haya costado 300 euros.
En este sentido es necesario medir el coste de un puesto de trabajo, si necesitamos estos programas o podemos utilizar otros que no tengan un coste de licencia, el tiempo que vamos a pasar utilizándolo, la vida útil del mismo, etc. Además hay que añadir el coste de mantenimiento y el de oportunidad, ya que muchas veces no se adoptan otras soluciones más novedosas por la amortización de la inversión realizada.
Quizás por eso las startups y empresas de nueva creación apuestan por el pago por uso, sobre todo en lo que se refiere a los programas que utilizan, ya que si el negocio es rentable lo dan por bien pagado, y si no obtienen rendimiento, siempre pueden buscar otras soluciones alternativas más económicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario