Conseguir que seamos más productivos en el trabajo pasa por cambiar hábitos adquiridos y romper barreras sociales y, de este modo, lograremos una mayor eficiencia de las empresas y, por tanto, de sus ejecutivos y de sus trabajadores. Es necesario que los sistemas de trabajo evolucionen hacia unos objetivos de mayor productividad y calidad.
La fórmula para conseguirlo pasa por aplicar estrategias de motivación, estimular un pensamiento positivo frente a la adversidad, buscar fórmulas que incrementen el rendimiento de los trabajadores o liberar la mente de estrés para trabajar mejor.
Algunas medidas, como indica AROHE, (PDF) pasan, por llevar a cabo reformas estructurales que den un mayor valor al tiempo y aplicar criterios de racionalidad, flexibilidad y humanidad.
Entre otra cosas es necesario cambiar la forma de medir el desempeño, lo que exige establecer objetivos concretos, recompensando a los más eficaces y reconduciendo a los que no lo son. Igualmente es necesario trabajar la motivación, estimulándos a que desarrollen su creatividad concediéndoles mayor capacidad de decisión y responsabilidad.
Hay que aprender a colaborar y a trabajar en equipo ya que en la actualidad estamos más predispuestos a competir que a cooperar, actitud que nos perjudica.A nivel personal también es necesario trabajar para mejorar la organización personal, la mejor forma de hacerlo, apuntar todas las tareas a realizar y acometerlas una a una.
Y por último, poser coto a dos de los mayores riesgos del entorno laboral, poner fin a las reuniones de trabajo improductivas y protegerse del e-mail y del móvil, que son dos fuentes de distracción y dispersión jugando en cotra nuestra.
Un compendio de cambios estructurales y personales que conjugándolos nos permitirán ser más productivos y utilizar mejor nuestro tempo y sacar mayor provecho de él.
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