Empezar hablando de productividad según la visión de vida es empezar por arriba, muy, muy arriba. La productividad empieza con las acciones, que vienen definidas por las tareas, que a su vez han sido fijadas gracias a los proyectos. Cada proyecto es debido a uno o varios objetivos, que están alineados con nuestras áreas de responsabilidad. A su vez, las áreas de responsabilidad vienen definidas gracias a nuestra misión personal y nuestra visión de vida.
Esta estructura básica es la utilizada por Getting Things Done, una metodología productiva desarrollada por David Allen, pero personalmente creo que puede aplicarse a cualquier sistema productivo.
¿Qué es la visión de vida?
La visión de vida sirve para tener claro las líneas generales de nuestra existencia, lo que encaja y lo que no encaja en nuestra vida. De esta forma, si definimos nuestra visión de vida, podremos alinear todo lo que hay debajo (misión, áreas, objetivos, proyectos…) respecto a lo que queremos conseguir, de forma que todo sea mucho más fácil.
La visión de vida es una de las muchas formas que tenemos para definir como queremos que sea nuestra vida. En el fondo, una visión de vida no tiene un formato ni una forma concreta de realizarla, así que es difícil definir qué es y qué no es. Lo que está claro es que para tener clara nuestra visión debemos tener claro quienes somos.
Por ejemplo, para tener una idea de lo que podría ser una visión de vida bastante corta, podríamos enfocarla de la siguiente forma:
Ser día tras día mejor persona, tener una vida de pareja y familiar tranquila y seguir aprendiendo los temas que me motivan, así como conseguir todas las aspiraciones personales y profesionales que me plantee.
Evidentemente una visión podría ser media página o una página entera, pero creo que con esta frase se resume muy bien mi idea de la vida. Faltan cosas, muchísimas, pero la visión se queda con lo que es imprescindible para mi.
Para tener clara nuestra visión debemos tener claro quienes somos
Tener clara nuestra visión de vida es imprescindible para seguir adelante en nuestra productividad personal. La productividad no se basa en hacer mucho con poco tiempo, sino en hacer lo importante y lo que nos acerca a nuestra forma de vida ideal. Para tener clara nuestra visión debemos tener claro quienes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos, qué nos gustaría hacer y cómo nos gustaría hacerlo.
Imagínate que llega alguien nuevo en tu vida, alguien que quiere saberlo todo sobre ti y a quien quieres contárselo todo. De repente te pregunta.
Hola, ¿quién eres?
¿Qué responderías si pudieras ser totalmente sincero con esa persona? ¿Qué te responderías a ti mismo si dijeras “Hola, ¿quién soy?“?
Si todavía no tenemos muy claro quienes somos, cómo somos o lo que queremos, ha llegado el momento de reflexionar. Algunos pensarán en ese momento que no tienen tiempo… ¡Pero nunca tendrán tiempo! Así que lo mejor que podemos hacer es empezar esa reflexión cuanto antes, dejar los temas más urgentes solucionados y ponernos a trabajar en nuestra propia vida. El trabajo es muy importante, pero la vida lo es todo, así que si queremos avanzar en nuestro desarrollo personal, no podemos esperar más, es un camino que debemos recorrer cuanto antes.
El miedo no encaja, la visión debe definir cualquier tipo de aspiración
Cuando pensamos sobre la visión de vida seguramente se nos ocurren cosas grandes y difíciles y en muchas ocasiones pensamos si realmente es posible conseguir algo así. No es el momento de darle más vueltas, ya que ni nosotros mismos ni nadie lo sabe. Tenemos que tener claro que si no lo intentamos seguro que no vamos a conseguirlo. En la definición de nuestra visión de vida no debemos preocuparnos por si podemos o no podemos conseguir algo, sino que debemos dejar anotado lo que realmente queremos conseguir, lo que más importante sea para nosotros.
En mi caso, como has visto más arriba, me planteo conseguir cualquier aspiración personal o profesional que me plantee. ¿Es eso imposible? Para nada. En la vida tendré que escoger, pero lo que escoja haré todo lo posible para conseguirlo. Y lo conseguiré.
No debemos tener miedo, intentar llegar a cualquier parte, a cualquier cosa que nos pase por la cabeza. Si realmente es algo que nos apasiona, todo puede llegar a ser posible. El miedo paraliza, el miedo nos tira para atrás, así que mientras estemos redactando la visión de vida debemos olvidarnos de los juicios y prejuicios. Nuestra visión debe contener cualquier tipo de aspiración que tengamos.
¿Cómo podemos saber si nuestra visión está bien definida?
La visión de vida debe ser corta y lo más concisa posible, pero no debe dejar de lado nada que sea realmente importante para nuestras vidas. Una visión no es algo concreto, más bien es una definición general de lo que queremos conseguir en la vida. La visión de vida es algo que, en general, no debería cambiar, así que ahí reflejaremos los principios básicos que nos guían en la vida. No pondremos cualquier tipo de afirmación que sepamos que puede ir cambiando a lo largo de los años.
Por lo tanto, sabremos que la misión está bien definida siempre y cuando trate todas las cosas imprescindibles que tenemos o queremos tener en nuestra vida, sin ninguna que pueda cambiar de forma radical. De esta forma, en nuestra visión de vida tendremos escritos en pocas líneas todos nuestros principios fundamentales.
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