Si quieres descubrir si eres una persona tóxica o conocer los principales tipos de personalidades tóxicas a tu alrededor que pueden frenar tu carrera profesional y desbaratar tus posibilidades de éxito, echa un vistazo a la siguiente lista.
Las personalidades tóxicas abundan en numerosas esferas de la vida diaria. Puede que la manzana podrida sea tu jefe, alguno de tus compañeros de oficina, un cliente, el propio ambiente o atmósfera de tu empresa o tú. Para cambiar de trabajo, modificar tu conducta o esquivar a las personas nocivas que te rodean es muy importante saber identificar estos aspectos y tipologías de personalidad tóxica.
Con la siguiente lista podrás desarrollar tu autoconciencia y de este modo, saber de qué clase personas debes nutrirte y a cuáles debes descuidar o ignorar para no ver mermadas tus oportunidades profesionales o frustrado tu éxito. Si no eres capaz de librarte de este tipo de influencias, tu motivación y productividad pueden salir dañadas, tu relación con tu jefe o compañeros puede tornarse problemática o tu autoestima y tu confianza sufrir heridas a largo plazo.
Los 7 tipos más comunes de personas tóxicas y dañinas
- La persona ambivalente: Son aquellos cuyo día a día es un perpetuo estado de reacciones, creencias o sentimientos contrapuestos. Son personas con un carácter complejo y dual, que deben resolver sus conflictos internos, trabajar su susceptibilidad y fomentar su capacidad decisiva para no parecer o resultar vacilantes e inseguras.
- La persona negativa: La negatividad conduce casi inevitablemente al pensamiento derrotista, al pesimismo y al cinismo. Si perteneces a este grupo, debes intentar pensar de manera positiva en lugar de ver todo desde un prisma de constante negatividad y fracaso. Pon el foco en las soluciones en lugar de en los problemas, trabaja tu motivación y tu capacidad resolutiva.
- La persona tendente a la procrastinación: Posponer o demorar algo que requiere atención inmediata constantemente puede ser increíblemente dañino en términos profesionales. Procrastinar puede provocar que pierdas plazos, que tus tareas pierdan calidad o que tu reputación salga dañada. Si eres ese tipo de persona tóxica, no pierdas ocasión de consultar esta guía o poner en práctica esta regla de 5 minutos para combatir el problema.
- La persona celosa: A menudo culpan a los que los rodean de todo lo negativo que hay en su vida en lugar de reconocer sus propias emociones. La envidia y los celos roban a estas personas tóxicas la satisfacción o la alegría por sus propios logros, ya que enfocan toda su energía en lo que falta.
- La persona prepotente: Son aquellas que creen que merecen privilegios o un tratamiento especial, que las reglas no se aplican a ellas, o que están por encima de otros compañeros. Esta manera peligrosa y nociva de diferenciarse tiene como efecto principal la imposibilidad de desarrollar relaciones sanas y equitativas, fundamentales para el éxito.
- La persona víctima: La base de la victimización es negarse a aceptar su parte en la causa de un problema y no poder aceptar la responsabilidad. Estas personas no aceptan el problema y culpan a los demás. En su lugar, el éxito legítimo requiere adquirir un sentido de responsabilidad personal.
- La persona perfeccionista: Cada uno de nosotros tiene imperfecciones y aspirar a la perfección absoluta tanto en nosotros mismos como en los demáses un hábito destructivo. Para combatir esta toxicidad resulta más saludable y beneficioso admitir los fallos y defectos y sacarlos a la luz en lugar de representar una vida supuestamente perfecta y criticar constantemente a los demás, llegando a un estado de perpetua insatisfacción.
- La persona narcisista: Si crees que mereces el éxito y estás dispuesto a hacer todo lo posible para garantizarlo, incluso a expensas de los demás, si ves a otras personas como pura competencia o potenciales amenazas y tiendes a cuidar únicamente de ti mismo, eres una persona tóxica y tus tendencias narcisistas alienan a las personas que te rodean. Baja los pies al suelo, no olvides que no eres mejor ni peor que nadie y aprende a construir relaciones sanas con tus compañeros, tratándolos como iguales. Recuerda que el fin nunca justifica los medios.
Fuente | Inc
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