Steve Jobs, además de una mente visionaria, tenía unas dotes comunicativas innegables y envidiables.
Por muy bueno que seas y por muy bien que lo hagas, si no eres capaz de transmitirlo a los demás, no te servirá de nada. Por eso es necesario trabajar nuestra elocuencia.
¿Cómo influyen la capacidad de comunicación desde la perspectiva del emprendedor?, decisivamente. Por eso hay que trabajar nuestra habilidad para el discurso.
Reglas esenciales
- El dominio de la palabra
Todo emprendedor necesita dominar lo que está emprendiendo y es necesario que hable con propiedad sobre su negocio.
- Originalidad
Para atraer la atención de tus oyentes es de utilidad comenzar por algo inusual, una pregunta, una reflexión, etc.
- Preguntas retóricas
Sirven para que tus oyentes se hagan preguntas a sí mismos e incitarles la curiosidad por seguirte en tu mundo emprendedor.
- Convencer
El objetivo y la misión de tu discurso es convencer a tu auditorio de tu capacidad y habilidad emprendedora para que quienes estén ahí quieran unirse a tí en tu aventura.
Estas pautas son imprescindibles para un buen planteamiento de nuestro discurso, además, tenemos que ser capaces de controlar el miedo escénico de hablar en público.
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