¿Podemos colaborar con la competencia de forma cordial?

Nos movemos en un mundo en la empresa donde los clientes van y vienen, unas veces son nuestros clientes, otras veces se pasan a la competencia y viceversa. En otras ocasiones se comparte y toca colaborar. Y aquí tenemos dos alternativas o tendemos la mano a la competencia o ponerle la zancadilla. ¿No es posible colaborar con la competencia de forma cordial?

Lo cierto es que no es fácil lograrlo, pero es recomendable que ambas partes pongan de su parte, porque de lo contrario al final lo que ocurre es que uno perderá el cliente, pero se la guardará para el siguiente donde se vuelvan a encontrar. Porque al final el ámbito de trabajo de una pyme es reducido, y al final acabamos con volver a tropezar con otras empresas.

La realidad es que quien pierde sobre todo es el cliente, donde muchas veces no sabe dónde acudir, con dos empresas que se van pasando la pelota de uno a otro, pero los problemas no se resuelven. Claro que también en muchas ocasiones el cliente sabe utilizarlo en su provecho para lograr que las empresas acaben haciendo lo que quieren.

No se trata de trabajar y atribuir los méritos a la competencia, sino de ser leales, tanto con la empresa con la que colaboramos como, sobre todo, con nuestro cliente, donde al final nuestra imagen sale beneficiada si consensuamos una solución y se la presentamos de forma conjunta.

Otras veces lo que ocurre es que por ahorrarse trabajo realmente lo que hacen es dificultar el del resto de empresas. Esto también es algo bastante habitual, donde también al final el que sufre las consecuencias en forma de retrasos o inconvenientes es el cliente.

Lo cierto es que si ambas empresas tienen un tamaño y facturación similar con el cliente es más fácil llevarse bien. Si hay una de las dos empresas que se ha convertido en imprescindible para el cliente o un cliente del que depende gran volumen de facturación de una de ellas, la cosa se puede complicar un poco. De todas formas, si no hay voluntad por ninguna de las tres partes todo se vuelve muy complicado.

Un artículo publicado en Pymes y Autónomos