jueves, 31 de mayo de 2018

7 formas de beber (sorbo a sorbo) todo el potencial marketero de Instagram

Instagram es una de las redes sociales más en forma del momento. Al internauta le encanta ver y dejarse ver en el que es (según las malas lenguas) el mayor escaparate del mundo a la hora de practicar el “postureo”. Y las marcas están también encantadas de lucir allí “palmito”.

La célebre filial de Facebook se rige, eso sí, por sus propios códigos y para extraer a esta plataforma todo su jugo marketero hay que respetar esos códigos al pie de la letra (so pena de ser tildado de novato, y poco profesional, y no quitarse jamás de los jamases el sambenito en la red social más “cool”).

Si la bisoñez le pesa como una losa a la hora de aproximarse a Instagram, a la que no ha hincado jamás el diente, le recomendamos hacer suyos los consejos (en clave marketera) que disecciona a continuación YSF Magazine:


1. Comience con un objetivo (medible)

Cuando una empresa se embarca por primera vez en Instagram es de vital importancia pertrecharse de objetivos muy concretos y asignar cifras a tales objetivos.

No basta, por ejemplo, con marcarse como objetivo incrementar el número de clics procedentes de Instagram. Hay que cuantificar el incremento porcentual que desde el punto de vista de la tasa de clics (CTR) deseamos cosechar en esta plataforma.

2. Definir diferentes targets

Una vez la marca se ha marcado unos objetivos concretos y tiene asignadas métricas específicas para tales objetivos, llega el momento de dar forma a los diferentes targets, aquellos a los que la compañía se propone tirar los tejos desde Instagram.

Definir tales targets será vital a la hora de diseñar campañas y exprimir al máximo la naranja del targeting en Instagram.

3. Asegurarse de que las fotos y los vídeos son 100% profesionales

En una red social con 800 millones de usuarios las marcas no pueden permitirse el lujo de escatimar en calidad. De lo contrario, su reputación caerá en picado en Instagram (que podría acabar convirtiéndose en su peor enemigo).

Cuando una compañía vuelca en Instagram contenido que es todas luces “amateur” transmitirá a sus “followers” la sensación de que no se toma las cosas en serio en esta plataforma y acabará siendo condenada al ostracismo.

Instagram es una red social de tipo aspiracional en la que el contenido entra al usuario por los ojos y tiene, por lo tanto, que ser media naranja de la belleza.

Ahí fuera hay afortunadamente toda una pléyade de herramientas (muchas de ellas gratuitas) con las que las marcas podrán mostrar su mejor cara en Instgram.

4. Mostrar el lado más humano

En Instagram es altamente recomendable que las marcas dejen ver lo que hay entre bambalinas y entre bambalinas hay inevitablemente personas.

Las marcas deben mostrar en esta red social no sólo sus productos sino también (de vez en cuando) a las personas que hacen realidad tales productos. ¿El objetivo? Compartir su lado más humano (el que exudan sus trabajadores) con los “followers”.

5. Utilizar hashtags

Los hashtags son un verdadero “must” en Instagram. Y bien utilizados, pueden ser los compinches de las marcas a la hora de capturar nuevos seguidores.

Sin embargo, es preciso utilizar los hashtags con cierta mesura porque de lo contrario los posts en los que estos se abren paso podrían ser tachados de spam.

Los hashtags empleados por las marcas para ilustrar sus posts deben no sólo ser populares sino también relevantes. Ponerlos sin ton ni son (y únicamente porque son populares) es una práctica que puede acabar revelándose como perjudicial.

Existen, por otra parte, herramientas como Tags For Likes o Tagboard que ayudan a las marcas a poner nombres y apellidos a los hashtags más populares (y relacionados temáticamente con su posts).

6. No publicar en exceso

Abrumar a los “followers” con decenas de posts publicados de una tacada es un craso error (digno de pulsar el botón “unfollow”).

En términos generales es recomendable no publicar no más de un post en día en Instagram. Por parámetros diferentes se rigen, sin embargo, las “Stories”, que admiten una mayor frecuencia de publicación (puesto que desaparecen una vez transcurridas 24 horas).

7. Ser breve con los textos

Aunque Instagram es una plataforma en la que prima sobre todo y ante todo la imagen, los textos que acompañan a las fotos y los vídeos que allí recalan son también de su suma importancia.

Para extraer el máximo potencial a los textos que ejercen de escoltas de las fotos y los vídeos en Instagram es preferible moverse en una horquilla de entre 130 y 150 caracteres.

A través de los textos las marcas deben proporcionar al usuario algo de contexto sobre el contenido que publican y animarle también, cómo no, a la interacción.

Vía: Marketing Directo

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