Todo producto que aparece en el mercado ha pasado por una cadena de gestión de suministro. Es decir, lo que en inglés se llamaría “Supply Chain Management” y que muy resumidamente es toda la logística que conlleva que las estanterías de los supermercados, por ejemplo, estén siempre llenos.
Como muchos aspectos en esta vida, todo el proceso de logístico y de la cadena puede y debe ser optimizado, tanto en tiempo como en los costes, pero antes es necesario saber qué es qué y definirlo.
Definición de la SCM o Cadena de Gestión de Suministro
Según el “Council of Supply Chain Management Professionals” (CSCMP) la cadena de suministro son todos los diferentes pasos que se dan en una organización, desde las materias primas antes de procesar hasta el producto final que llega al consumidor.
En resumen, la SCM no pasa de ser todo el proceso que vive un servicio desde su origen (la idea) hasta llegar al usuario final. Además, la cadena de suministro incluye la oferta y la demanda tanto dentro como fuera de la compañía.
Las fases de una cadena de gestión de suministro
Fase 1: Suministro: Modo y lugar en el que obtener la/s materia/s primas
Fase 2. Fabricación: Es el punto o momento de la cadena en la que la materia prima termina en un producto final.
Fase 3: Distribución: Una vez el producto ha sido fabricado este ha de llegar a los comercios, puestos de venta, factorías, etc. Para que el consumidor lo adquiera.
Con estas tres fases ya definidas nos damos cuenta, entonces, que al final la Cadena de Suministro está en cada fase y estado de un servicio o producto.
¿Hay diferencias entre logística y SMC?
Sí, las hay. Según el CSCCMP la logística incluye el planteamiento y control de todas fases y actividades relacionadas con las tres fases definidas anteriormente mientras que la SMC es la red que une a todos los actores (empresas, intermediarios, etc.) desde que se obtienen las materias primas hasta el producto final.
La importancia de una buena gestión de la cadena de suministro
Con todos los conceptos y fases ya definidas entraremos en el porqué es clave optimizar la gestión la SMC y los beneficios que se puede conseguir de todo ello.
1. Fidelizar a la clientela. Si nuestros proceso es eficiente y ofrecemos el producto en los plazos lógicos y marcados conseguiremos que la atención al cliente sea positiva y finalmente, más factible que este siga con nosotros después de la compra efectuada.
2. Tener un mejor control del proceso permite saber en cada momento cómo funciona todo y, si hay fallos o errores, saber determinar qué ha pasado y solucionarlo.
3. Reducción de los costes, que permite una mayor rentabilidad del producto final.
4. Producto más competitivo gracias a la eficiencia de la SCM y liderazgo del mismo gracias al proceso.
5. Si todos saben cuál es su papel y rol en la cadena se traduce en una buena labor de equipo y una mayor sensación de pertenencia al mismo.
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